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Barcelona es una ciudad cosmopolita y eso significa muchas cosas, entre ellas, que la conciencia ecológica está mucho más desarrollada que en otros lugares. Muchos barceloneses saben que las hortalizas cultivadas de forma totalmente natural tienen mayor sabor y son mucho más saludables. La única forma de estar completamente seguros de que se trata de un cultivo completamente natural, sin químicos, es controlarlo uno mismo, así que el auge de cultivar nuestras propias frutas y verduras ha sido fascinante. Cada vez más personas deciden ponerse manos a la obra y elaborar huertos urbanos en diferentes puntos de la ciudad, o cultivan sus propias hortalizas en su casa. Hoy, en ShBarcelona hablamos de esta nueva moda tan saludable.

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Cultivos ecológicos al cien por cien, una nueva manera de entender la alimentación

La agricultura intensiva, en la que se utilizan productos químicos para garantizar que el cultivo prospere y cubrir así  las necesidades de una sociedad hiper-consumista, en parte gracias a la superpoblación y en parte gracias a la necesidad de obtener lo que deseamos de manera inmediata, tiene ventajas y desventajas. Está claro que se trata de un tipo de agricultura orientada a suministrar muchos productos ante la fuerte demanda, a precios ajustados y bajo estrictas medidas de seguridad alimentaria. Por otro lado, aunque los niveles de químicos que se encuentran en frutas y hortalizas están dentro de los estándares autorizados, muchas voces indican que estas cantidades pueden dañar la salud si el consumo es continuado. Además, muchos agricultores intensivos utilizan métodos para que el cultivo madure más rápidamente, lo cual provoca que muchos de los productos pierdan sabor y, en la mayoría de ocasiones, muchos de los nutrientes característicos de estos alimentos.

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Por este motivo muchas personas han decidido consumir agricultura ecológica que, aunque más cara, es de mejor calidad y más saludable que la intensiva. Pero otros van más allá. La horticultura se ha convertido para muchos urbanitas en una afición en sí misma. Aprender a cultivar diferentes variedades de frutas y verduras, controlar su maduración y aportarles los nutrientes y cuidados que necesitan para que puedan ser recogidos en el momento adecuado, contemplar los diferentes estadios por los que pasa una hortaliza y observar que el resultado de nuestro trabajo da sus frutos -y nunca mejor dicho-, hacen que muchas personas lo escojan como hobby. Además tiene otras ventajas. El cultivo está completamente controlado por ti y puedes disfrutar de sabrosas hortalizas cogidas de la mata directamente a tu ensalada, por ejemplo.

En Barcelona hay diferentes huertos urbanos en los que puedes poner tu semillita, todos gestionados por el Ayuntamiento de Barcelona. De todas formas, hay un requisito importante para poder acceder a ellos y es que están destinados fundamentalmente a mayores de 65 años. El motivo es intentar mejorar la calidad de vida de las personas jubiladas, creando tejidos sociales, nuevas amistades y la posibilidad de ocupar su tiempo en algo que les puede proporcionar satisfacción. Si quieres más información, puedes acceder a ella desde aquí.

¿Tienes algún huerto urbano en tu casa?